En primer lugar
quiero aclarar que este post no fue escrito para las personas opositoras a este
régimen, quienes ya tienen clara cuál será la decisión electoral que tomarán el
próximo domingo, la cual -de más está decir- es la decisión acertada. Esta publicación
está dirigida a mis conciudadanos chavistas, por lo que pido a quienes, como
yo, comulgan con los planteamientos de la alternativa democrática, hagan lo
posible por hacer llegar estas palabras a sus familiares, amigos, conocidos y
todas aquellas personas que sepan que se encuentren en la otra acera política.
Entonces, dedico
estas líneas a los amigos chavistas, y no uso la expresión ‘chavistas’ como
sinónimo de oficialistas, existe una distinción entre ambos vocablos. En la
situación en que actualmente nos encontramos, que fue moldeada por elementos
totalmente circunstanciales, esos términos no pueden ser equiparados. Ustedes
chavistas son quienes apoyaron las acciones de Chávez como gobernante en vida,
manteniéndolo como referente político y líder aún después de su muerte. Debo
decir que nunca apoyé a Chávez y que siempre vi en él a un ser que destilaba
resentimiento y pregonaba la división social; pero ustedes lo veían de otra
forma, deben tener sus razones para ello, y sí que reconozco su gran liderazgo
y carisma, por lo que respeto la posición que mantienen. El oficialismo, en
cambio, está conformado por las personas que de alguna u otra forma apoyan o
están involucradas con el gobierno,
y resalto esta palabra porque Chávez ya no es gobierno, Chávez se fue y esa es
la realidad que tienen que aceptar; al día de hoy el gobierno está integrado
por ese equipo de trabajo deficiente que lo rodeaba, que fue responsable de
muchos de los errores cometidos durante su administración, y que en más de una
ocasión él mismo regañó públicamente, y está además presidido por un sujeto
sumamente incompetente, falto de preparación y cínico. Entonces amigo, tú no
eres oficialista, tú eres chavista.
Como chavista no puedes aceptar que se use la memoria
de tu difunto líder como herramienta de campaña, que no se le dé sepultura, y
que Maduro trate de atribuir sus propias políticas de gobierno, que tan
terribles consecuencias han tenido sobre la sociedad venezolana, a la persona
de Chávez. Es cierto que Chávez nombró a Maduro como su sucesor político, tan
cierto es esto, que fue uno de los puntos centrales de una de sus alocuciones
más importantes y escuchadas, la última de ellas. Pero pese a la unción que tu
líder dio a Maduro, amigo chavista, Nicolás
ha demostrado que los zapatos de Chávez le quedan muy grandes. Algunos
dicen que los líderes nacen y no se hacen, otros dicen que los líderes sí se
pueden hacer, pero que para ello se debe pasar por un largo y arduo proceso de
formación y toma de experiencia, ahora bien, en lo que todos concordamos es en
que el liderazgo no se adquiere de la noche a la mañana, cosa que se puede
evidenciar notoriamente en la persona de Nicolás Maduro Moros. La cúpula de
gobierno, porque le conviene, ha querido hacernos creer que este señor tiene el
perfil para ser una especie de gran guía que el pueblo venezolano
"necesitaría" después de Chávez, cuando éste ni siquiera como
Ministro supo cumplir cabalmente y con diligencia su trabajo. Maduro no te
representa, Maduro no representa a nadie, y yo sé que en el fondo tú estás consciente de eso, amigo
chavista.
Si te has dado
cuenta de todo lo que he descrito, como estoy seguro que has hecho amigo, te
invito a alejarte de la propuesta inútil de Nicolás Maduro, y que te acerques a
la real alternativa democrática que depositó su confianza en un verdadero
líder, alguien que sí ha pasado su vida sirviendo a la población y preparándose
para la Presidencia: Henrique Capriles
Radonski.
¿El oficialismo
te dice que Capriles es el candidato del imperialismo y de los apátridas? Te mienten, porque es Maduro quien
representa a un gobierno de aspiraciones imperiales, el cubano, mientras que
Capriles es el candidato de la dignidad nacional y gobernará para todos los
venezolanos, ya que acá no hay apátridas, todos compartimos la misma
nacionalidad a pesar de las diferencias ideológicas.
¿El oficialismo
te dice que Capriles es un oligarca que odia al pueblo? Nuevamente te mienten. Capriles es el candidato de los pobres, los
ricos, y los del medio; todos somos pueblo por igual. Te han tratado de sembrar
la semilla del odio al decirte que ser rico es malo, pero no, tener riquezas
materiales no es algo repudiable, es algo a lo que todos debemos aspirar y por
lo que todos debemos trabajar; lo malo es que quien posea grandes medios
económicos los haya adquirido por medios ilegítimos, o que no se percate de la
realidad social venezolana y no contribuya a su mejora, cosa que ocurre con
pasmosa frecuencia entre los altos jerarcas del gobierno y empresarios adeptos
a éste, que se han enriquecido de forma sucia y sin límites durante los últimos
14 años a expensas de los recursos públicos, dejando a la población sumida en
una mayor pobreza.
¿El oficialismo
te dice que son ellos y no Capriles quienes pueden solucionar los problemas de
la Nación? Otra vez te ven cara de idiota y te mienten descaradamente. Quienes te dicen eso, han tenido altas
competencias en el gobierno desde hace década y media, y por consiguiente han
tenido la responsabilidad de atender a los problemas que aquejan a Venezuela,
teniendo infinitos recursos para resolverlos, y sin embargo, los problemas
siguen, e incluso con mayor intensidad. Capriles no corregirá todo lo que está mal
y todo lo que no funciona en Venezuela de un día para otro, ni en un mes, ni en
un año, ni en todo su período presidencial; y es que los problemas que el
oficialismo le deja al país son tantos y tan masivos que es imposible
solventarlos rápidamente. De lo que sí puedes estar seguro es que Henrique
Capriles atacará lo que nos aqueja más gravemente, dará soluciones a corto,
mediano y largo plazo, y de la mano de un equipo de trabajo preparado y con el
apoyo de todos nosotros, encausará a Venezuela nuevamente por la senda correcta.
Amigo chavista,
Capriles no es un salvador o mesías, pero no te engañes, Chávez -muy a pesar de
toda la admiración y amor que sientas hacia él- tampoco lo fue, y Nicolás
Maduro mucho menos lo es. Y es que ningún gobernante es tan grande como para
salvar del desastre a un país, y Venezuela no necesita de una sola persona para
rescatarla del abismo; los gobiernos están sólo para garantizar el orden, la
seguridad, y crear e implementar las grandes directrices de acción, no para
cuidarte en todos los aspectos de tu vida. Es
tarea de todos los venezolanos, trabajando y cambiando nuestra mentalidad,
el impulso de Venezuela hacia el futuro.
Ahora bien, si
bien no todo el sufrimiento de la Nación puede ser consolado por un gobierno,
ni de Maduro ni de Capriles, la victoria de Henrique sí sentaría las bases para
el progreso del país y la
recuperación de la democracia y de
la fortaleza institucional del Estado de Derecho. Aporta tu voto a esta causa,
a esta gran cruzada para recuperar a Venezuela; vota por Capriles, amigo chavista.
Si a pesar de
todos estos argumentos que he esgrimido, las amenazas oficialistas de despido de tu trabajo en la administración pública, tu amor a la “revolución”, tu fibra
comunista, o cualquier otro elemento te impiden votar por Capriles, te pido
entonces que no vayas a votar por Maduro ‘porque sí’ o ‘porque lo tienes que
hacer’ o ‘porque te obligan’. En tal caso, amigo chavista, te invito a que
sencillamente te abstengas de
ejercer tu derecho al voto. No te asombres ni indignes por tal invitación, ni
me acuses de fomentar la debilitación del sistema electoral o de llamar al
incumplimiento de un deber ciudadano, porque no lo estoy haciendo. Como en
anteriores artículos he explicado (si te interesa, lee el que se titula
“Votá”), el sufragio es un derecho político que no comporta deber jurídico
alguno, por lo que la abstención también es un derecho, nunca una falta. El
sufragio sólo podría considerarse como un deber en el plano de lo moral, pero ubicándonos
en ese plano, y dada la situación actual, votar por Maduro, más que constituir
el cumplimiento de un deber moral, sólo sería un acto de extrema insensatez e
inmoralidad. En tal sentido, te pido en primera instancia que votes por la
alternativa democrática, por el cambio que este país necesita, y si no lo
quieres o puedes hacer, como última opción te invito a abstenerte. Más daño le haces a tu país votando por el
usurpador Nicolás Maduro Moros que reservándote el ejercicio de tu derecho al
voto. Reflexiona con seriedad, apela a tu conciencia, cíñete a lo moral.
En definitiva,
lo que vayas a hacer este domingo 14 de abril, bien sea votar por Capriles,
votar por Maduro o abstenerte, depende totalmente de tu voluntad, nadie te puede forzar a hacer lo que no quieras,
recuérdalo. Yo sólo te pido, como
compatriota, que te armes de valor y votes por Henrique Capriles Radonski.
Verás que no me equivoco, que el cambio vendrá.
¡Chavista, amigo, Capriles está contigo!
José Alberto Vargas La Roche.
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